Zonas de riesgo, prevención, diagnóstico y cómo actuar si te contagias
¿Qué es el dengue y cómo reconocerlo?
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, un insecto doméstico que vive muy cerca de las personas. A diferencia de otros mosquitos, este se reproduce en recipientes con agua limpia y estancada, como floreros, baldes, macetas o botellas vacías. Es silencioso, pequeño y suele picar durante las primeras horas de la mañana y al atardecer.
Existen cuatro tipos del virus del dengue (DENV1, DENV2, DENV3 y DENV4). Esto significa que una persona puede enfermarse hasta cuatro veces a lo largo de su vida, una por cada tipo. Si bien todos pueden causar cuadros leves o graves, los serotipos 2 y 3 se asocian con las formas más severas.
Los síntomas iniciales del dengue suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura del mosquito infectado. En muchos casos comienzan de forma repentina con fiebre alta (39–40 °C), acompañada de dolor de cabeza, molestias detrás de los ojos, dolor muscular y articular, náuseas o sarpullido. A veces, los síntomas se confunden con los de una gripe común, lo que puede retrasar el diagnóstico.
Aunque la mayoría de los casos son leves, algunas personas pueden desarrollar dengue grave, una forma más peligrosa de la enfermedad que requiere atención médica urgente. Los signos de alerta incluyen dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, sangrados, dificultad para respirar o sensación de fatiga extrema. Reconocerlos a tiempo puede ser vital.
Dengue en Argentina
El dengue en Argentina ya no es solo un problema del verano. En los últimos años, el mosquito que transmite la enfermedad logró mantenerse activo durante casi todo el año, incluso en zonas donde antes desaparecía con el frío.
Desde que volvió a detectarse en 1997, el país ha tenido varios brotes importantes, pero los años 2023 y 2024 marcaron un antes y un después. Según el Boletín Epidemiológico Nacional N.º 717 (Ministerio de Salud, 2024), entre enero y agosto de 2024 se registraron más de 560.000 casos de dengue, lo que equivale a cerca del 1,2 % de la población argentina Los serotipos más comunes fueron DENV1 y DENV2, y las provincias más afectadas incluyeron Tucumán, Formosa, La Rioja, Santa Fe y Rosario, donde el virus circuló con fuerza.
Durante el invierno de 2025 los contagios bajaron, pero el mosquito nunca desapareció del todo. Las autoridades sanitarias advierten que sigue presente en casi todo el territorio nacional, lo que mantiene el riesgo de nuevos brotes. Para la temporada 2025/2026, se espera que la transmisión sea moderada, aunque podrían aparecer focos localizados si el clima acompaña: calor, lluvias y recipientes con agua estancada son el escenario ideal para su reproducción.
El dengue tiene un comportamiento estacional muy marcado: los casos suelen aumentar entre noviembre y mayo, cuando hay más calor y humedad, y disminuir durante los meses fríos. Por eso, el seguimiento de la enfermedad se organiza por temporadas de transmisión y no por años calendario.
Cómo se transmite el dengue (y cómo prevenirlo)
El dengue no se contagia de persona a persona, la única forma de transmisión es a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti infectado. Este mosquito se alimenta de sangre humana para poder reproducirse y, si pica a alguien con el virus, se vuelve capaz de transmitirlo durante toda su vida.
Su ciclo de vida es muy rápido, los huevos pueden desarrollarse en apenas una semana si hay agua acumulada y temperaturas cálidas. Por eso, las condiciones ambientales (como el calor y la humedad) son clave para que aumenten los casos durante la primavera y el verano.
Prevenir el dengue depende, en gran medida, de evitar los criaderos del mosquito así como evitar ser picado por uno de ellos. Algunas medidas simples pero efectivas incluyen:
- Vaciar y limpiar los recipientes donde se acumule agua (floreros, baldes, bebederos, canaletas).
- Tapar los tanques de agua y tirar los objetos en desuso que puedan acumular líquido.
- Usar repelente durante el día y durante la noche, especialmente en las piernas y tobillos.
- Colocar mosquiteros o telas metálicas en puertas y ventanas.
Además, como medida preventiva adicional, desde 2023 está disponible la vacuna contra el dengue en Argentina, la misma puede aplicarse en instituciones debidamente habilitadas como algunos hospitales públicos o vacunatorios, tanto públicos como privados.
Vacunarse no reemplaza las medidas de prevención, pero sí reduce el riesgo de desarrollar formas graves en caso de reinfección. Si vivís o viajás a zonas de alta circulación (como Tucumán, Formosa, La Rioja, Santa Fe o Rosario), consultá con tu médico si sos candidato para recibirla.
Cómo confirmar el diagnóstico ante la sospecha de Dengue: los análisis de sangre
Si sospechás que podés tener dengue, el paso más importante es confirmarlo con un análisis de sangre. Aunque los síntomas pueden orientar al médico, sólo los estudios de laboratorio permiten saber con certeza si el virus está presente en tu organismo.
En cualquier laboratorio de análisis de sangre, se pueden realizar diferentes pruebas según la etapa de la enfermedad:
- Test de antígeno NS1: se utiliza en los primeros días de fiebre (entre el día 1 y el 5). Detecta directamente una proteína del virus del dengue, por lo que su resultado positivo confirma la infección activa.
- Serología (IgM e IgG): se emplea cuando los síntomas llevan más de 5 días. Estas pruebas detectan anticuerpos que el cuerpo produce para defenderse del virus.
- Si aparece IgM positiva, indica una infección reciente.
- Si aparece IgG positiva, puede significar una infección pasada o una reinfección.
- Hemograma completo: aunque no confirma el dengue por sí solo, brinda datos muy útiles. Si el recuento de plaquetas (las células que ayudan a coagular la sangre) está bajo y también bajan los glóbulos blancos, es un signo que apoya la sospecha de dengue.
Es importante que si estás cursando fiebre o síntomas activos, si bien puedes acercarte a cualquier laboratorio de análisis clínicos para confirmar o descartar el diagnóstico, lo ideal es evitar salir de casa. En ese caso, SaludyVos te ofrece la comodidad de realizar el análisis de sangre a domicilio, sin moverte del hogar.
Un profesional extraccionista se acerca hasta tu domicilio, toma la muestra y la envía al laboratorio, mientras vos podés mantener el reposo indicado por el médico.
Además, evitar salir reduce el riesgo de nuevas picaduras de mosquitos durante el traslado, lo que ayuda a prevenir que otras personas se contagien. Esta opción no solo te brinda comodidad, sino que también contribuye al cuidado colectivo frente al dengue.
Qué hacer si el resultado es positivo
Recibir un resultado de dengue positivo puede generar preocupación, pero lo más importante es mantener la calma y seguir las indicaciones médicas. En la mayoría de los casos, el dengue se cura con reposo y cuidados adecuados en casa, siempre que no haya signos de alarma.
- Reposo e hidratación constante
El cuerpo necesita energía para recuperarse. Descansar es fundamental, así como tomar abundante agua, jugos naturales o bebidas con sales minerales para evitar la deshidratación, especialmente si hay fiebre alta o pérdida de apetito. - No automedicarse
Nunca te automediques. Evitá el ibuprofeno, la aspirina o cualquier medicamento que pueda alterar la coagulación, ya que el dengue puede disminuir las plaquetas y aumentar el riesgo de sangrado. Si tenés fiebre o dolor, el médico puede indicar paracetamol, que es más seguro en estos casos. - Controlar la evolución con análisis de sangre:
Después del diagnóstico inicial, el médico suele solicitar análisis de sangre de control para seguir la evolución de la enfermedad y verificar la recuperación. Estos estudios pueden incluir:- Hemograma completo: mide las plaquetas y glóbulos blancos. En el dengue suelen bajar, y es importante en muchos casos controlarlos cada 24 a 48 horas hasta que vuelvan a los valores normales de hemograma.
- Perfil hepático: evalúa el funcionamiento del hígado, que puede verse afectado durante la infección.
- Perfil renal: ayuda a detectar si los riñones están funcionando correctamente, especialmente en cuadros con deshidratación.
- Perfil de coagulación: analiza cómo coagula la sangre. Es clave si el paciente presenta sangrados o moretones, ya que el dengue puede alterar este equilibrio.
Todos estos análisis de sangre permiten al médico seguir de cerca tu evolución y prevenir complicaciones. En general, la mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas, pero para ello el reposo, la hidratación y los controles son fundamentales hasta que todo vuelva a la normalidad.
Recuperarse del dengue: cómo volver a la rutina
Superar el dengue puede llevar tiempo, incluso cuando la fiebre ya ha bajado y uno se siente mejor. Muchas personas notan que siguen cansadas durante varios días o que les cuesta volver al ritmo habitual. Esto es completamente normal: el cuerpo necesita recuperarse del esfuerzo que hizo para combatir el virus. Es por ello que te dejamos algunas respuestas a las preguntas más comunes que suelen surgir al respecto:
¿Cuánto tarda la recuperación?
La mayoría de los pacientes mejora entre una y dos semanas después del inicio de los síntomas. Sin embargo, en algunos casos la sensación de debilidad o fatiga puede durar un poco más. Por eso, es importante escuchar al cuerpo y no apurarse en retomar la rutina.
¿Por qué es importante hacer análisis de sangre para seguir la evolución del dengue?
Aunque te sientas bien, el médico puede indicar análisis de sangre de control para asegurarse de que todo volvió a la normalidad. El hemograma completo así como las pruebas de coagulación son clave para verificar que los distintos parámetros sanguíneos hayan recuperado sus valores normales. Estos controles también ayudan a descartar complicaciones en el hígado o los riñones, que pueden verse afectados durante la enfermedad.
Mantener estos seguimientos es fundamental para confirmar que el organismo está completamente recuperado. Si los valores normales del hemograma ya se restablecieron, el cuerpo estará listo para volver a la actividad diaria.
¿Cómo me ayuda la alimentación, la hidratación y el descanso a recuperarme del dengue?
Seguir una alimentación liviana y nutritiva, rica en frutas, verduras, caldos y líquidos, es clave para ayudar al cuerpo a regenerarse. Evitá comidas pesadas o muy procesadas. La hidratación constante con agua, jugos naturales o soluciones electrolíticas mantiene los niveles de líquidos del cuerpo y facilita la recuperación.
Además, descansar lo suficiente permite que el organismo enfoque su energía en combatir los efectos del virus y recuperar la fuerza.
¿Cuánto tiempo debo esperar antes de volver a la actividad física o laboral?
Después de superar la fase febril y sentirte mejor, no es recomendable retomar la actividad intensa de golpe. Lo ideal es volver de manera gradual, empezando con caminatas cortas o tareas ligeras, y aumentar progresivamente la carga física o laboral. Esto ayuda a evitar recaídas y permite que tu organismo recupere la energía perdida durante la infección. Los análisis de sangre de control pueden indicar si tus valores de plaquetas y hemograma completo ya están dentro de los rangos normales, lo que confirma que es seguro retomar la rutina.
Conclusión: la prevención sigue siendo la mejor herramienta
El dengue no es una enfermedad menor. Aunque la mayoría de los casos se supera sin complicaciones, cada brote nos recuerda la importancia de prevenir y actuar a tiempo.
Evitar los criaderos de mosquitos, usar repelente y consultar ante los primeros síntomas son medidas simples que pueden marcar la diferencia.Y si necesitás confirmar el diagnóstico o controlar tu evolución, realizar un análisis de sangre en un laboratorio de confianza, o incluso desde tu casa, con servicios como SaludyVos te permite hacerlo de manera cómoda y segura.
Cuidarte también es cuidar a los demás: cuanto antes se detecte el dengue, más fácil es controlar su propagación. La información, la prevención y el seguimiento médico son las mejores herramientas para enfrentar esta enfermedad y volver a la rutina con salud y tranquilidad.

